jueves, 10 de febrero de 2011

Queja...

Dos cosas antes de continuar con este simulacro:


  1. Odio Blogspot. El asco que tengo se debe a que este servidor de blogs es muy limitado con respecto a las opciones primarias que ofrece -es esto o en realidad no lo sé usar; aún...
    Por ejemplo: para poder dejar espacios entre los renglones, uno debe formular un par de etiquetas en lenguaje HTML y además de eso, entrar a la edición misma y buscar entre todos los códigos que conforman una entrada, el lugar específico en el cual debe ir acotada la etiqueta. En blogdrive -servidor con el que estuve familiarizado unos años-, no hacía falta el uso de etiquetas en HTML para poder hacer que una "entrada" se viera estéticamente adecuada -incluso en el negocio de las entradas, los ángulos son favorecedores para los actores: eso, y el estricto canon occidental de belleza estética púbica. Otra carencia obvia en la creación de entradas en Blogspot, es que la importación de símbolos de Word se hace imposible; por alguna razón, el servidor es selectivo y no permite el copiado dentro del campo de escritura. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme: ¿para qué tanta queja si es un blog de entradas promedio devenidas gracias al miedo irracional de una paranoia cibernética?


  2. Para cuando llegué a esta segunda viñeta, ya había olvidado cuál era la segunda queja; seguramente una mentira, así que una vez desfogada la única queja pública que tengo por el momento, continúo con la práctica prosística. Mis fanáticas -léase mi madre y un par de tías, quienes incluso dicen que soy algo guapo- esperan con ansia lo que sea que venga.

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